domingo, 29 de julio de 2018

Si podemos elevar tanto personas como "cosas" al nivel de reyes y reinas debido a su importancia, influencia, nobleza, estilo, calidad, y más un montón de adjetivos deseables, se puede decir que, en la categoría de los tejidos, el terciopelo es realmente el Rey.
El terciopelo es un tejido que ha estado, está, y estará presente en la moda y en la decoración de interiores, siempre. En algunas épocas es más usado, después, como todo ciclo de moda, queda en la sombra por un tiempo, ¡pero siempre reaparece! Y no es por menos; el terciopelo es un tejido muy especial, tanto en relación a su técnica de confección, en cuanto a su apariencia y textura.
El terciopelo es una trama bien cerrada de hilos urdidos de forma densa sobre una base, que hace que su reverso quede liso, y el lado de uso tenga las felpas, aquellos pelitos, que están fijados en la urdimbre, y recordando una mini alfombra de textura suave y agradable al tacto. Su confección es un proceso que exigía extrema habilidad del artesano, antes del advenimiento de la máquina textil.

El terciopelo tiene historia, y rinde historias ...

Imágenes 1 y 2: El terciopelo en el cine (Romeo y Julieta) y en la historia (Luis XIV).
El terciopelo surgió en la India en la Edad Media (siglo XI, aproximadamente), pasó a ser producido en Italia en el siglo XII (Venecia, Génova, Luca, Florencia). El terciopelo de Génova podría tener dos alturas de las felpas quedando alto y muy suave, muy durable; por lo que el terciopelo italiano se hizo tan famoso hasta los días de hoy. A partir del siglo XVII Francia también pasa a producir terciopelo, que es un material que se enmarca perfectamente a todo lujo y profusión del Barroco, cuando se presenta en motivos muy decorados, con medallones y relieves. A mediados del siglo XIX los terciopelos fueron bastante utilizados en cortinas, cubiertas de mesas, tapizados, y tornaban los ambientes aún más austeros y elegantes.
Debido a su apariencia y técnica sofisticada, siempre fue un artículo de lujo de las familias pertenecientes a las clases acomodadas, que, junto con la ostentación de joyas y la exageración de los medallones usados por los señores, exhibían también a través de las ropas y de los revestimientos de las viviendas la riqueza de las viviendas de los sedas y brocados.
En el cine, puede elegir entre los clásicos "Romeo y Julieta" o "Hermano Sol, hermana Luna", ambos del director Franco Zeffirelli ambientados para la Edad Media, o buscar películas sobre la " vida de cualquier noble francés como Luis XIV, el "Rey Sol". Es un tejido inconfundible, por lo tanto al ver la película con más atención se podrá identificar en la ropa de los nobles el valioso producto, muchas veces acompañado de bordados, otras en voluminosos mantos reales, vestidos de fiesta, tapicería de sofas, cortinas pendientes de los baldas de las camas reales, y una docena de usos elegantes.

Imagen 3: Terciopelo en relieve.
La moda y la decoración de interiores

La historia de amor entre moda y decoración existe desde los remotos tiempos en que ambas áreas dieron el aire de su gracia como objetos de estilo. En general, la moda, como área más veloz en presentar cambios, acaba influenciando bastante el uso de los tejidos y estampas en la decoración de interiores.
Mirando ya a la modernidad, el terciopelo ocupó pasarelas en diferentes épocas. El escritor Marco Sabino, en su libro "Diccionario de moda", habla de la tela utilizada en el siglo XX.
Cotelê, estampado, liso mojado, de seda o de algodón, el terciopelo siempre fue muy apreciado en la moda contemporánea, principalmente en las décadas de 1960 y 1970, cuando pantalones, chalecos y otras piezas confeccionadas con el tejido eran elementos obligatorios en los guardarropa de hombres y mujeres.
Los pantalones de la marca Lee de terciopelo para las mujeres, los pantalones franceses de Newman de terciopelo liso, terciopelo de la marca Velnac vendidos en metro para la confección de pantalones y blazers en los sastres son algunos ejemplos de la importante presencia del tejido en el siglo XX.
En los años 80 y 90, su consumo de moda disminuyó considerablemente, pero, a principios del siglo XXI, reapareció en colecciones de estilistas renombrados como Tom Ford (1961-), que presentó innumerables chaquetas en terciopelo vino y negro para la italiana Gucci.
El terciopelo sigue siendo utilizado en la fabricación de cintas, pantuflas, bolsas de sombreros y también se utiliza para revestimiento en la decoración . (SABINO, 2007)
Imágenes 4 y 5: Tom Ford en su americana de terciopelo vino; y colección por Roland Mouret, invierno 2017/2018.
El terciopelo reaparece en la decoración de interiores moderna y contemporánea

En los años 1960 y 1970, el terciopelo estuvo en gran alza en la moda y en la decoración de interiores. En la decoración, aparecía en las versiones lisa o cotelê (acanaladurado, con estrías de varios anchos en relieve), en colores más sobrios (verde musgo, marrón, negro, vino). Con la entrada de los años 1990, cuando la decoración comenzó a recorrer caminos estéticos buscando una mayor ligereza visual, hasta el extremo, el minimalismo, el terciopelo se quedó en la sombra. Temporalmente ...
El estilo Vintage que entró en boga a mediados de la primera década del siglo XXI rescató aquello que justifica su nombre: el mejor de la cosecha de los años iniciales del siglo XX. Y así, el terciopelo volvió a la escena. Pero ha vuelto lleno de tecnología incorporada, presente tanto en las fibras que lo componen, como en la mezcla con otras tramas, creando telas increíbles, que atienden a todas las necesidades estéticas.
Hoy se mezcla terciopelo con jacquard, con seda, con lino. Se encuentran tejidos de terciopelo con estampas variadas, desde las clásicas como los medallones, hasta las modernas geométricas, y también étnicas que imitan pieles de animales, temáticas que retratan escenas completas. Esta mezcla es la señal de los tiempos de la democracia estética que vivimos: el eclecticismo.
Además de las estampas, los más diversos efectos en la textura, como envejecimiento, degradan con otros colores o tonos, superposición de estampas que crean profundidad, efecto mojado, alto brillo, mate, etc.
Imágenes 6 y 7: En sofas y sillones...siempre elegante.
Imagen 8: Un espectáculo de texturas en terciopelo. La textura hace con que se perciba el tono diferente.
La moda trae de nuevo el terciopelo en alta en la decoración de interiores. Pero mucho más que una influencia directa dada por la moda, el terciopelo ya hacía falta en el escenario de la decoración, como elemento que puede traer sofisticación a un nivel bastante acentuado. El terciopelo es un tejido muy sofisticado.

El terciopelo vuelve en la decoración de interiores contemporánea

¿Cómo se presenta la decoración de interiores contemporánea?
Si miramos la gran variedad de revistas de decoración, veremos que hoy hay una variedad estética muy grande. Parece que caminamos libremente en una misma dirección, pero la mayoría de las veces somos conducidos por los intereses de la industria y nos acostumbramos a lo que se presenta para nosotros, y todo eso es validado por nombres famosos que se destacan en el escenario nacional e internacional.
Esta variedad, que podríamos llamar "eclecticismo" que mezcla todo lo que ya se ha producido, parece una válvula de escape que nos garantiza un poco más de exclusividad, de personalidad, de independencia.
La decoración de interiores contemporánea es simplemente ecléctica. Tiene de todo. Desde el puro clásico tradicional, al minimalismo, hasta la mezcla de todos los estilos ya mapeados, organizados y destacados de la forma que mejor parece para el usuario del espacio físico.

Imágens 9 y 10: La decoración contemporánea con terciopelo: ecléctica!
El terciopelo vuelve a la escena de la decoración de interiores después de un largo período de mayor ligereza visual. En los años 1990 se experimentó un grado acentuado de neutralidad, con exceso de beige, superficies lisas, poquísimos contrastes. A continuación, cansados de mucha neutralidad, un revival vintage invadió las cabezas, y pasamos a reproducir en las fábricas de muebles, en las estampas y en los colores, la alegría y jovialidad de los 60 primeros años del siglo XX. Al mismo tiempo, sin olvidarse del tradicional elemento clásico, se trajo a la vida el estilo provenzal: muebles de diseño clásico con acabados simples y sin el exceso de la tradición clásica, con la preferencia muebles pintados todos de blanco. Vuelve el deseo por el neutro, después de experiencias vintage casi psicodélicas. Sin embargo, se siente falta de un "contrapeso". El terciopelo cae bien. Trae el peso y la sofisticación necesarios para llenar este momento en que se busca un equilibrio mayor entre neutralidad y personalización, entre la modernidad y la tradición clásica.
Y hago una apuesta: el terciopelo se quedará en la decoración por más unos 3 o 4 años, reinventándose. Caerá en las sombras más un tiempo...¡y volverá renacido, renovado, sorprendente!


Fuentes de las imágenes:
Imágenes 1 y 2: Dicionário da Moda. Marco Sabino.
Imágenes 3, 6, 7, 8, 9 y 10:  https://casavogue.globo.com/
Imágenes 4 y 5: https://vogue.com

Bibliografía:
SABINO, Marco. Dicionário da Moda. Rio de Janeiro: Elsevier, 2007.
MOUTINHO, Stella Rodrigo Octavio. Dicionário de artes decorativas e decoração de interiores. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 1999.
DONDIS, Donis. Sintaxe da linguagem visual. São Paulo: Martins Fontes, 1991.


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