sábado, 19 de diciembre de 2020

Neuroplasticidad - nuestro cerebro siempre aprendiendo

 


Hoy me gustaría atraer su atención para el placer y la importancia de estar siempre aprendiendo. Cualquier persona debería pasar su vida imponiéndose nuevos desafíos de aprendizaje: es lo que afirman los neurocientíficos cuando hablan de salud mental y neurológica, y también en cuanto a la capacidad creativa. 

Sea en la formación escolar, en la formación profesional o ya en la vida laboral lo que realmente queremos es que además de buenas personas, seamos capaces de cambiar y mejorar la realidad cotidiana y alcanzar el placer en nuestro trabajo, y la felicidad durante el mayor tiempo posible. 
Como arquitectos y diseñadores de interiores en algún momento decimos que estamos proyectando sueños, y sobre todo que deseamos ser creativos y en los diferenciar con nuestros proyectos, sorprender, encantar y, quienes sabe entrar para la historia de nuestra categoría por las contribuciones que hicimos. 

¿Pero cómo podemos pretender alcanzar eso sin ser a través de la imposición a nuestro cerebro de nuevos desafíos, de la ampliación de nuestras experiencias y de nuestro nuestra capacidad intelectual?
La buena noticia es que los neurocientíficos afirman que los cambios neurobiológicos son posibles a lo largo de toda nuestra vida. Ellas son el resultado de que nuestro cerebro sea plástico en diferentes escalas y de que está reorganizándose continuamente debido a las experiencias vitales. Nuestro cerebro nos brinda con nuevas posibilidades en todas las edades. Esta capacidad cerebral de adaptarse y aprender se llama NEUROPLASTICIDAD, y es lo que nos permite formar nuevas conexiones de neuronas y fortalecer o debilitar otras ya existentes. (GUILLÉM, 2017)

Como cada una de nuestras experiencias tiene un impacto singular, la plasticidad hace que podamos liberarnos de los determinismos genéticos y que cada cerebro sea único. (MORA, 2008)


Como profesionales del área creativa llega un momento de nuestra vida que parece que casi todo ya fue creado, discutido e inventado, y como un pintor delante de la pantalla en blanco o un escritor delante de la hoja de papel vacía cuesta enamorarnos de nuestras creaciones, y en nuestra área eso duele en nuestra alma. No significa que cada proyecto tengamos que alcanzar el pico creativo como una línea ascendente vertiginosa, pero sin dudas seremos profesionales más satisfechos, agradaremos más a nuestros clientes y contribuiremos más con la sociedad cuando podamos, de tiempos en tiempos, dar un salto en nuestro desarrollo.


Para eso solo hay un camino: desenvolver nuevos intereses, estudiarlos sistemáticamente y experimentarlos. Para el profesional de las áreas de creación, los que buscan conceptos, todo contacto con el nuevo puede ser fuente de inspiración: saber más sobre determinada cultura, estudiar asuntos transversales (como la neurociencia para profesionales fuera del área médica), volver a estudiar historia del arte de una forma no convencional, estudiar un nuevo idioma, estudiar más profundamente correctos temas dentro de su área profesional (por ejemplo cálculo estructural u otros temas que arquitectos y diseñadores no siempre se ocupan con profundidad; medioambiente y sostenibilidad, una área muy amplia pero que puede dar un nuevo rumbo a nuestras elecciones de materiales).


La cultura en la que vivimos, como la lengua materna que hablamos, cambia la forma en que percibimos el mundo. La inmersión en una cultura cambia los patrones cerebrales con los que se procesa la información. (MORA, 2008)


Esta afirmación del profesor Francisco Mora en su libro se basa en un minucioso estudio de análisis de cómo asiáticos y occidentales centraron su atención en la visión de una pintura. Los asiáticos centran su atención en el contexto global del motivo de la pintura, es decir, en el fondo y la relación entre personas y objetos. Los occidentales, por otro lado, se enfocan principalmente en las formas y detalles de personas o animales que aparecen en primer plano, prestando menos atención al contexto o fondo del campo visual. Es una forma de mirar muy diferente, ¡es como otra perspectiva!


Reafirmando lo anterior, una forma muy interesante de crecer profesionalmente es vivir en otro país. Recordemos a tantos artistas famosos que vivieron en tres o cuatro países diferentes y desarrollaron allí nuevas experiencias artísticas que impactaron la historia. Pero no todo el mundo puede hacer eso. Entonces, ¿por qué no trabajar en cooperación con un arquitecto o diseñador extranjero? Si todavía te parece difícil, entonces aprovecha el tamaño de Brasil y trabaja, si estás en el Sur, por ejemplo, con un profesional del Norte o del Nordeste. ¡Imagínese cómo puede cambiar la forma en que pensamos y hacemos nuestro trabajo!

Proyecto de Zaha Hadid: Hoxton Square, Londres 2006. Fuente: www.zaha-hadid.com


La arquitecta iraní Zaha Hadid (1950-2016) se educó en Bagdad, Suiza y Gran Bretaña. Regresó al Medio Oriente para estudiar matemáticas, y luego de completar este curso se fue a Londres a estudiar arquitectura. Es mucho terreno recorrido, mucho coraje y mucha experiencia de vida..., pero resultó en lo que todos sabemos de sus obras. Fue la primera mujer en recibir el Premio Pritzker (2004) de arquitectura. 


Existen innumerables materias dentro de nuestra área profesional que podemos estudiar, incluso aquellas que creemos que ya conocemos. Recuerde que la misma categoría de información cuando es traída por otra mente puede cambiar completamente la vista que tenía. Pero estudiar otros temas distintos, ya sean más técnicos o artísticos en otras áreas, también amplía nuestra capacidad neurológica y, en consecuencia, nuestra visión. 


Últimamente también he estado leyendo mucho sobre las diferentes líneas de la psicología. Los psiquiatras Carl Gustav Jung y Sigmund Freud dieron gran importancia a las imágenes y los sueños como mecanismos de expresión del subconsciente. A través de sus planteamientos que adapté al interiorismo, pude haber ratificado mi teoría sobre el uso de imágenes aleatorias para ayudar a descubrir el perfil estético del cliente y como mecanismo para desarrollar una conversación que haga que el cliente se relaje y se abra para mostrar sus deseos. inconsciente para un proyecto, fuera de la influencia de las modas. 


En mi anterior entrada en ese blog hablé sobre Biofilia. Ese es un tema que surgió hace décadas, pero que hoy es urgente que lo conozcamos con más profundidad. Creo que es un gran comienzo comenzar a sumergirse en un nuevo estudio. Otros temas, sostenibilidad y neurociencia también son siempre útiles en cualquier área. 


¡Buenos estudios!



Bibliografía:

MORA, Francisco. Como funciona el cerebro. Madrid: Alianza Editorial, 2002.

MORA, Francisco. El científico curioso – la ciencia del cerebro en el día a día. Madrid: Ediciones Planeta, 2008.

QUIROGA, Rodrigo Quian. Qué es la memoria. Barcelona: Editora Ariel, 2018.

AGAMBEN, Giorgio. O homem sem conteúdo. Belo Horizonte: Autêntica Editora, 2013.

GUILLÉM, Jesús C. Neuroeducación en el aula – de la teoría a la práctica. CreateSpace Independent Publishing, 2017.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Síguenos en Instagram